2.01.2008

Sucedió en Enero

Fue el azar que quiso que me fijara en él.
Le seguí por las instalaciones aquella mañana, mezclándonos entre los doce mil de la empresa en aquella hora, las ocho y cuarto.
Discretamente, le seguí hasta comprobar si depositaba su mochila en algún sitio.
Al rato, comprobé que salía del parking Este sin ella e, instintivamente, tomé mi móvil.
Con él en la oreja, y mirando hacia ningún sitio, interrumpí la llamada al tercer timbrazo, y lo volví a guardar; en unos minutos estaba frente a mi ordenador.
La mañana despuntaba y la llamé, para saber lo que se siente.
Respiré en lo inevitable, profundamente.

He guardado esto en mi móvil, a finales del mes de Enero de 2008.

Cuadernos de la noche

1 comentario:

3spum4 dijo...

El juego de los esquivos... Aunque hay algo que no entiendo, hablas de llamar y luego hablas de un sms. Me perdí. :)