2.08.2008

Lumière

Besé sus labios rojos,
rojos,
carmín de ocupación, ruidos de blindados,
banderas de victoria.
Abracé sus libros,
y uno amarillento de Boris Vian, me alcanzó,
en su cajón,
pegado a la epidermis del Sena.
Ella.
Setenta años más tarde,
sonríe intentando
enamorarme,
con su mirada feliz, de nuevo...
nuevo, ¿ recuerdas ?
aquellas tardes,
tarde,
como ésta
en la que de nuevo me siento herido,
teníamos razon al morir,
morir,
de luz irisada,
levantando, saltando,
escaleras y murallas.
París en la garganta;
me hiere la luz, me marcan las aguas,
del Sena encendido,
en tus ojos curiosos que esperan.

Paris/ Augustins - Manzanares el Real 6 - 10 de Febrero de 2008

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