7.18.2006

Recorrido XV

Me miras y no dices nada...
nada.
Minutos sin vuelta atrás y en el bosque
atardece.
Mis párpados rendidos,
aquel joven enamorado sentado al borde de ningún sitio,
esperando
la luna eterna que siempre pasa,
y nunca llega.
Qué luz se adivina en tu noche,
la de tu alba,
dulce hierba.

Santiago de Compostela, amanecer de julio de 2006