Color conocido frío.
Parpadeo lento.
Eco distorsionado, apagado, indescifrable, de mercaderes enloquecidos.
Las marcas, hondas, no me asustan.
He visto sus cinceles, yertos y romos.
Materializo una brisa, desconocida por todos, que acaricia mi espalda.
Raíces en el agua, asidas al barro.
En un preciso movimiento, me sumerjo y emerjo con impulso vomitando sal.
Jazmines y fanfarrias de bambú, saludan mis pasos ahora, alegres, al final del puente.
La puerta giratoria se ahoga, chirriando por la fricción del salitre entre sus hojas y el suelo.
Se me olvida mirar atrás y feliz con mi material nuevo,
agua, jazmines y bambú,
sacudo el resto de barro de mis mocasines en la acera.
Saliendo de Madrid, a las tres de la tarde del catorce de Julio de dos mil once.
1 comentario:
Preciosa, recibe ese saludo al dar esos nuevos pasos hacia esta nueva etapa, sin mirar atrás etapa que termina para dar paso a una nueva vida, besitos mil
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