12.18.2010

Camino de vuelta

He llegado desde el aeropuerto, con una gran tristeza reposada sobre la luz del amanecer, tristeza que ha ido volviendo a su ser, lentamente. No hay por qués, no hay rostros, quizás la necesidad de volver a reposar mi cabeza por unos instantes, en unos brazos ajenos, vivos, emocionados. Echo de menos la quemazón desgarrada de las despedidas, la quemazón y las ganas de llorar al partir: echo de menos llorar, llorar por el tiempo por venir, por el tiempo venido, sobre todo por mí, por tí.
Ahora las líneas del horizonte y del mar se confunden en mi cerebro, en unos segundos de infinita armonía y paz.
El me mira. Ella me mira. Nos reconocemos. Son las siete de una mañana fría en algún bar con las noticias de fondo de un pueblo pequeño y perdido. El silencio y las noticias se persiguen y se encuentran en la trastienda del bar. Amor sucio de supervivencia, lujuria, necesidad de no sentirse solo. El camino de vuelta, probablemente, se ha perdido en mi cerebro.

2 comentarios:

Elizabetta Puig dijo...

Segunda conversación....segundo escrito....¿azar?..¿destino?..¿motivación?..
Los caminos no se pierden...ni se olvidan....solo mueren en el olvido...
Muy bueno.
Un saludo...

Unknown dijo...

Esa melancolía que aveces nos invade, es triste........ pero aveces es la única muestra de que seguimos vivos.... de que sentimos..... aunque no tengamos con quien compartirlo :) besitos muackss