Blanco,
un canto de sirena que me llama, una sién que palpita.
Blanca tu mano que guío para desconchar el fondo helado, blanco, de mi retina.
Y tú,
la desvías con hábil ternura ancestral sobre tu pecho.
Ahora sé por qué escribo ésto; en blanco.
..los cuentos que durmieron contigo / Manzanares el Real
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