Lejos, mi piel, lejos
la caida de la tarde, Beirut, piel del después, roja, aire tórrido
Y la verdad sin nombre, sin importancia; los ojos pequeños, la verdad, roja, aire tórrido.
En medio de miles de ojos que te observan,
tras los muros tórridos,
rojas las minúsculas, siempre, heridas.